Pirateria
Significado real
La voz pirata viene del griego πειρατησ, que a su vez viene del verbo πειραω, que significa "esforzarse", "tratar de", "intentar la fortuna en las aventuras".
La piratería es la práctica, tan antigua como la navegación misma, en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado con un propósito personal para robar su carga, exigir rescate por los pasajeros y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición degún el derecho internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar [2]. Sin embargo, los piratas no se limitaban a atacar otros barcos sino que muy a menudo asaltaban ciudades costeras, aunque estos actos no sean actos de piratería.
Distorisiones
La elección de las palabras no suele ser casual sino que se hace cuidadosamente para suavizar o agravar la realidad que se nombra.
Es por eso que algunas palabras se visten de gala para salir por televisión y así consiguen que desaparezcan las guerras que se convierten en intervenciones militares donde hay efectos colaterales, que es el nombre que reciben los que saltan por los aires sin saber de qué va la cosa cada vez que hay una incursión aérea.
Cuando de lo que se trata es de que la sociedad perciba con recelo una realidad social que por ahora le resulta inofensiva no hay nada mejor que cambiar el lenguaje y colocarle la palabra adecuada. Y es por eso que aparece en escena la palabra “pirata” que es como se llama a los que se descargan, entre otras cosas, música de Internet. El hecho de establecer una equivalencia moral entre la persona que se descarga una obra protegida por copyright de la red y aquellos tipos con parches en el ojo que asaltaban los barcos y los saqueaban tras asesinar a su tripulación no es, obviamente, una casualidad sino que tiene el mismo objetivo que los eufemismos: cambiar la percepción que se tiene de la realidad.
La copia privada entre amigos era legal y no se consideraba piratería. Sin embargo, campañas de desinformación promovidas desde las sociedades de gestión de derechos han creado confusión y han equiparado la copia privada sin ánimo de lucro con los verdaderos delitos contra la propiedad intelectual.